Fue propuesta a los entrevistados una lista de aspectos potencialmente importantes y deseables en los procesos de compra (desde la libertad de elección hasta la personalización, el ahorro, etc.), y se ha pedido indicar tres aspectos que mayormente orientarán las compras en el futuro en cada sector de “no comestibles”.

De ahí surgió un cuadro articulado y bastante diferenciado: cada sector expresa una lógica diferente de necesidades y criterios. Para pensar en las implicancias estratégicas que las expectativas de los consumidores podrán tener sobre la competencia entre canales, puede ser útil agregar algunas de estas “lógicas” a un esquema de macro-lógica: la Eficiencia (económica, de tiempo, de compromiso), el Valor (certeza de la calidad,

 

innovación), la Pertenencia (respecto a lo específico del comprador: personalización o gran surtido), la Experiencia (diversión, novedad, compañía y shopping compartido), el Estilo y la Sostenibilidad. Se trata de seis exigencias de base, no homogéneas, de los procesos de compra.

También, a este nivel de abstracción, los procesos de compra de los “no comestibles” se presentan – dentro de las expectativas de los consumidores – como intrínsecamente articulados y cada una de estas lógicas de compra corresponden a diferentes instrumentos a disposición de los operadores de la distribución que se pueden utilizar para realizar cada una de ellas, ya sea operando con las herramientas típicas de los negocios físicos, o con los procedimientos de los puntos de venta digitales.