Bancos de Alimentos ayudan a quienes los necesitan.

A. M.: Hay alimentos que perdieron valor comercial y entonces si la empresa no puede darle su destino primario, es necesario hacer un esfuerzo para que vuelvan a estar disponibles, porque sus condiciones desde el punto de vista alimentario siguen intactas. También se requiere una operación no improvisada y una logística especial.

M.G.: El donante delega en nosotros una confianza enorme y nosotros la delegamos en el comedor, porque todo este circuito tiene validez en tanto y en cuanto se garantice el buen uso del alimento. El sistema de Códigos de Barras nos va a servir muchísimo porque ya hoy tenemos trazabilidad a través de nuestro sistema de inventario. Nosotros tenemos un software donde registramos la cantidad de mercadería que entra, la fecha en que entra, y una vez que esa mercadería se termina de entregar se muestra al donante qué se hizo con la mercadería con una transparencia total y en forma periódica. Hay una confianza del donante hacia nosotros y de nosotros hacia el comedor. Ahí es donde el Código de Barras nos permite hacer un control interno mucho más adecuado, porque nuestro proceso de almacenamiento antes era un poco precario.
    Nosotros los contactamos mensualmente, pero puede darse que una organización no quiera un mes la mercadería. A veces los llamamos con cosas puntuales, por ejemplo cítricos que no pueden almacenarse mucho tiempo, y les hacemos una oferta especial. Tenemos cuatro cámaras de frío, pero tenemos que estar atentos al vencimiento. Los tiempos muchas veces son bastante apretados. Nosotros estamos para rescatar alimentos, para que no se tiren y para que lleguen a la gente que los necesita lo más rápido posible. Un Banco de Alimentos salva alimentos que se tiran. Hoy hay muchas ciudades en muchos países con Bancos de Alimentos, porque alimentos hay en suficiente cantidad en todo el mundo pero el problema es la distribución; los alimentos no llegan a quienes lo necesitan y estos modelos de