posible (entre 17 y 19 horas por día para Carrefour), se trata de mejorar la programación de la provisión de los negocios y de adaptar todavía mejor los niveles de jornales según la fluctuación de los volúmenes ordenados. Para evitar que los camiones que han entregado las mercaderías en los negocios vuelvan vacíos a los centros de distribución, se los carga con productos de proveedores vecinos a los negocios mismos (backhauling).

Para reducir la contaminación de los camiones, las empresas alientan a los prestadores a utilizar vehículos conforme a las normas europeas Euro 4 y Euro 5, que emiten menos CO2. Esta estrategia, sin embargo, crea problemas en las relaciones con los proveedores más pequeños, que no tienen niveles de renovación rápidos de sus camiones, por lo tanto para esta transformación será necesario un cierto tiempo.

Para casi un tercio de los productos entregados en la capital, Monoprix utiliza además, camiones con gas natural. La empresa dispone ya de la flota privada de este tipo más importante de Francia (26 camiones) y tiene como objetivo redoblarla no obstante el elevado costo de compra y la dificultad de revender los actuales vehículos, en un mercado sin dinámica para los vehículos de ocasión.

 

Además de la fuerte crecida de los comercios de proximidad, el transporte urbano plantea otros problemas, en particular en Ile-de-France (un barrio de París), donde los centros de distribución regionales están muy lejos del centro de la ciudad y las horas de entrega no permiten a los camiones evitar el tránsito de las horas pico.

Para economizar energía y reducir las emisiones de CO2, aumentando al mismo tiempo la rotación de los camiones, ha sido necesario definir horarios de entrega más amplios, partiendo antes a la mañana y volviendo más tarde a la noche, y realizar entregas silenciosas para lograr que los vecinos las acepten. Con este fin Carrefour, por ejemplo, ha lanzado el programa “camión nana”, que ha permitido reducir los decibles emitidos de 90 a 60 (niveles de una conversación normal). Todos los materiales de los camiones han sido revestidos con aislantes en colaboración con los productores: motores frigoríficos, silenciadores interiores, los transpallet, las puertas, los señaladores acústicos de retroceso, las persianas metálicas de los negocios. Además, el personal ha sido adiestrado para trabajar silenciosamente (evitando por ejemplo, los golpes de las puertas). Además de la terminación del programa, la empresa utiliza treinta camiones de este tipo en la región parisina y en la de Lille.