Se considera faltante al producto que no se encuentra en el lugar en que el supermercado dice que tiene que estar. Si en ese lugar no está, aún cuando pueda hallarse en una punta de góndola o en una “isla”, se considera un faltante. Esta postura le da rigurosidad al estudio porque sigue el comportamiento del consumidor cuando va a buscar un producto al lugar de la góndola donde habitualmente sabe que está.

Los participantes que acompañan este estudio son cadenas de supermercados y empresas proveedoras de todo el país que representan entre un 60 y un 70% de las ventas del sector supermercados. Este año se contó además con la presencia de 575 proveedores y 13 cadenas de supermercados de todo el país.

La metodología empleada es bastante simple porque se arranca con un listado de los principales productos, productos de más venta según la opinión de los locales. GS1 Argentina en base a este listado y al trabajo combinado con las cadenas y los proveedores hace las tareas de campo junto a repositores y

supervisores. Una vez detectados los faltantes en los locales se cruza la información con el responsable del local. Esta información luego va al Centro de Distribución, a la central de compras, de abastecimiento, y ahí se cruzan de nuevo los datos y se ajustan algunos puntos hasta que por último toda la información es analizada también por los proveedores. Finalmente GS1 prepara el informe y lo distribuye entre los participantes.

En este último estudio se relevaron productos en unos 152 locales repartidos entre

Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires e Interior, donde se visitaron siete provincias del interior del país. Esto implicó 294 visitas al supermercado y unas 220.000 mediciones entre fines del mes de abril y principios de mayo.

El resultado de faltantes de este año fue de 7,61% con lo cual se volvió al número de años anteriores, mejorando el promedio de 2008/2009 que por razones que tuvieron que ver con el contexto del país y de la economía mundial había sido superior.