Así también, aunque más incipientemente, conceptos nuevos como la “trazabilidad” se comienzan a escuchar y a hacerse más habituales entre los consumidores modernos. Hoy los consumidores prestan mucha atención a la información de todos los productos, a la relación con su origen, a la trazabilidad y a los procesos por los que pasó hasta llegar a la góndola.

 

 

Decíamos al comienzo que el consumidor argentino medio aprendió a luchar con cada golpe de la economía y de algún modo aprendió a interactuar con el mercado marcando su posición y su intención.

Prevención y mesura son dos características que los consumidores dejaron sentir a la hora de hacer sus compras este año, con lo cual el promedio de ventas general según estudios de consultoras especializadas bajó considerablemente. Pero en el juego de la oferta y la demanda, en un momento en el cual los recursos son por demás de suficientes para cambiar el rumbo de la caída, cada minorista recurrió a una estrategia capaz de reflotar los números más desalentadores.

Las grandes cadenas sean de comestibles, de electrodomésticos, de ropa o de artículos para el hogar en general, acordaron con las entidades bancarias descuentos o planes de pagos en cuotas sin interés a través de la utilización de tarjetas de débito o crédito. La propuesta en el caso de los supermercados se asocia con la compra en determinados días de la semana con lo cual pronto comenzaron a contabilizar una mayor afluencia de consumidores que responden de ese modo en defensa de su propia economía.

 

   

Consumidor 2009

El año 2009 se presentó por arrastre del 2008 como un año signado por la crisis financiera global y dentro de ella por problemas de la economía nacional y mundial. Frente a todo esto ¿cómo actúa el consumidor argentino?