El comienzo de esta nueva forma de ventas, ¿qué recepción tuvo tanto de parte de las cadenas como de los proveedores?

A.J.: Por parte de los supermercados obviamente era bien vista y alentada. Por parte de los grandes proveedores puedo contar una anécdota. Me encontraba en Colombia dando una charla sobre el tema, en una mesa en la que estaba Valeriano de la firma Toledo, y en plena charla, cuando habíamos pasado a las preguntas, se levanta un directivo de una empresa colega y me lanza: “Ud. le está regalando información a los supermercados”. Yo era así, poco menos que un traidor. Pero lo curioso era que en USA esa firma ya usaba el código de barras aunque solamente de puertas adentro. El tema era que simplemente, una empresa mediana se les había anticipado. Por supuesto, creo que si no hubiese sido por el estímulo y la apertura estratégica de personas como Federico Braun (La Anónima), Antonio Toledo (Toledo Supermercados), Alberto Guil (Norte) y José Angulo de la cadena Vea de Mendoza, no me hubiese animado a tanto.

¿Cómo piensa que evolucionarán los estándares GS1 teniendo en cuenta la velocidad y la magnitud de los cambios tecnológicos sobre todo desde el desarrollo de Internet?

A.J.: Indudablemente, la velocidad de los cambios es impresionante y también lo drástico de los mismos. Por lo tanto es difícil prever y pensar en su evolución. Sin embargo, me animo a aseverar que hay algunas condiciones que le van a permitir a GS1 mantener la vanguardia en esta disciplina; por un lado, la idiosincrasia del empresario argentino con su versatilidad, su permanente búsqueda de novedades, su espíritu inquisitivo y viajero para estar al día con las novedades; es un buen handicap a la hora de afrontar cambios; por otra, GS1 International es un reaseguro a la hora de anticipar tendencias por su propia conformación y los recursos volcados para avizorar y anticipar las mejores aplicaciones que partiendo de estándares universales hagan más eficientes y competitivas a las empresas. Finalmente, estos 30 años han mostrado la evolución de una GS1 Argentina, desarrollando los “fundamentales” de la disciplina y abriéndose hacia nuevos sectores que afirman el uso y la conveniencia del código de barras y sus sucedáneos y por ende, muestra una organización en estado de permanente alerta y abierta a los cambios.