Y con respecto al paciente que sería la última instancia ¿qué beneficios pueden observarse?

H.F.: Básicamente el beneficio está dado en el control que uno tiene de los instrumentos. La identificación individual de los instrumentos quirúrgicos da legitimidad a los productos, combate las falsificaciones, brinda mayor seguridad de los procesos en la cadena de abastecimiento y posibilita el gerenciamiento del instrumental dentro de las áreas de esterilización y otros departamentos en los centros de salud. De esta manera, uno puede saber en qué proceso se encuentra un set quirúrgico, si éste se encuentra en el proceso de esterilización, en uso o en el servicio de mantenimiento, por ejemplo. Esto hace más efectiva y mejora la planificación de las intervenciones quirúrgicas. Otro beneficio importante es la posibilidad de reponer los instrumentos de acuerdo a su vida útil o imposibilidad de uso, teniendo que realizar inversiones menores y no esperar a realizar un reequipamiento integral de todo  
 


el conjunto de los instrumentos. Todos estos beneficios se traducen en seguridad para el paciente.

¿Qué pasos quedan todavía que puedan dar hacia adelante?
H.F.: Nosotros vemos que hay una parte fundamental que tiene que ver con el proceso regulatorio. Así como hoy los medicamentos quedan registrados con la historia de lo que sucede en la cadena de abastecimiento, con el tema de trazabilidad en algún momento en dispositivos médicos o en tecnología médica, se va a tener que llegar al mismo estadio. Sin lugar a dudas se va a elegir la estandarización de GS1, con lo cual nosotros ya nos adelantamos a ese momento y sólo habrá que dejar registrado en los sistemas que se implementen los pasos que se están dando. Otras cuestiones en las que podemos avanzar es en la mejora de lo que ya está para facilitar, desde procesos o metodologías de trabajo hasta nuevas tecnologías a adoptar.