Para los conductores que no están entre los 300 y que con regularidad transportan productos de KC, la compañía proporciona tarjetas genéricas ID. Cuando un conductor llega a la planta, un guardia en la puerta le hace llenar la papelería y lo inscribe en el sistema. El conductor también se informa acerca de las regulaciones de seguridad de la planta y los procesos logísticos. El personal de Kimberly-Clark, entrega a esa persona una tarjeta genérica que contiene un número único de identificación relacionada por la duración de la visita, con sus datos personales y los del proveedor de logística. Los datos temporales de la ID también aparecen en el monitor del depósito. Después de registrarse en la puerta, el conductor se detiene en un muelle, deja la camioneta y se dirige a una sala de espera dentro del depósito. Como entra en ese ámbito, un lector ThingMagic captura el número de identificación codificado en

 

su tarjeta de identificación, y lo envía al software de los sistemas de AutoID. El software almacena el momento en que el conductor llegó, y lo vincula con el tiempo de espera para la carga de ese camión específico. Si el proceso de carga tarda más de lo previsto, el monitor muestra información acerca del conductor y el camión en color rojo, lo que indica un tiempo de sobrecarga. Una vez que el camión ha sido totalmente cargado, el conductor deja la sala de espera, y el lector deja de recibir el número de la tarjeta de identificación, momento en el que el software determina que el camión ya ha sido cargado y pronto saldrá de la instalación. Al pasar por la puerta con el fin de partir, el conductor sale del vehículo por última vez a entregar la documentación, momento en el que la tarjeta de identificación se lee una vez más indicando la salida del vehículo.