una captura de elementos, una elaboración y una emisión y descarte de residuos, y de alguna manera lo que tenemos que empezar a trabajar en cada una de nuestras organizaciones es la reproducción del ciclo de la naturaleza pensando desde lo circular. Tenemos que empezar a decir: lo que es salida para una determinada actividad, debiera tender a ser entrada para otra actividad”.

Tras mencionar a Miguel Angel Gardetti y a su visión acerca de cómo generar valor para el accionista y para la organización, Pagano puntualizó que frente a las dos dimensiones de tiempo y espacio que implican un accionar de hoy hacia mañana, y de adentro hacia afuera de la organización, “no puedo dejar ninguno de estos conceptos afuera si estoy pensando en mi organización, en cómo crear valor; si estoy pensando hoy en el interior de mi compañía cómo estoy gestionando mis costos y cómo estoy manejando mis residuos. También tengo que gestionar mis riesgos permanentemente, innovando y posicionando porque hoy se habla de reciclar, reutilizar y reducir la generación de residuos. Yo pienso también que hay que agregar el repensar para que la compañía no quede descolocada en el futuro.

 


 

 

Desde el punto de vista externo esto tiene que ver con la reputación, porque al hablar de sustentabilidad y de responsabilidad corporativa tengo que proteger a mi organización de los riesgos de reputación porque donde genero un impacto ambiental tengo un problema de reputación de mi marca, y el valor de mi marca lo pierdo”.

El enfoque de sustentabilidad enseguida se orientó hacia postulados referidos al planeta tierra: no puedo utilizar recursos no renovables a mayor velocidad de la necesaria para encontrar un sustituto, como sucede en el caso del petróleo. No puedo utilizar recursos renovables a mayor velocidad de la necesaria para su renovación, como sucede con el agua. Y por último, no debo contaminar a mayor velocidad de la que la tierra necesita para sus procesos y para asimilar el impacto.

“Los recursos que la población actual consume en un año de la tierra requieren un año y cinco meses para su recuperación. Esto indica que estamos consumiendo a mayor velocidad de la necesaria para su regeneración. Y en el mismo sentido del consumo masivo, las Naciones Unidas estiman que mientras hoy unos seis mil millones de personas habitan el planeta, para el 2050 van a haber unos nueve mil millones, un 50% más”.