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1 - ¿Cómo se va a llevar la parte de comercio móvil con RFID?
M. A. L. – Lo que queremos es que los teléfonos puedan leer a través de las cámaras el código de barras pero ya hay teléfonos que empiezan a tener un lector de RFID, con lo cual en el momento en que los productos estén en las estanterías con el chip, sacando una foto ahí estará la información. Estamos trabajando con Nokia, con Google, con los proveedores de telefonía, y en los grupos de trabajo tenemos expertos. Con RFID lo que ocurre es que nosotros explicamos la RFID diciendo: la señora va a poder ahora poner un producto en el carro de la compra, y va a pasar por la caja, y automáticamente todo va a ser leído, y lamentablemente ese no fue el mejor ejemplo porque eso va a ocurrir pero va a pasar tiempo. Lo que se está utilizando es dentro de las empresas porque ponerle un chip hoy en día a una botella de agua es muy caro, pero a un pallet o a una caja, o ponerlo en un DVD, o en un saco, eso es ya sí es completamente posible, y de hecho ya muchas compañías lo están utilizando internamente a nivel de transacciones logísticas internas. También de cara al consumidor hemos terminado una aplicación enfocada en el tema de
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2 - ¿Cuánto cuesta cada una de esas etiquetas?
M. A. L. – Todo, incluyendo un chip cuesta 8 ó 9 centavos de dólar, pero hay que pegarlo, hay que poner una antena. Entonces, el costo puede estar entre 15 y 20 centavos de dólar. Estamos trabajando con tiendas y esperando para el año que viene sacar las especificaciones para que el tag se pueda incorporar dentro de CDs y DVDs como sistema antirrobo.
3 - ¿Cómo visualizan la necesidad de dar un marco más global, o más consistente a las organizaciones miembro que guardan una especie de desequilibrio en cuanto a su desarrollo?
M. A. L. – Digamos que en la organización hay tres fases: una inicial creada por visionarios, después hubo una fase en la que la organización se desarrolló en una forma muy independiente en cada uno de los países, aplicando los estándares del código de barras de acuerdo con las especificaciones globales, pero a nivel de servicios proporcionaban a los usuarios niveles muy diferentes, y en el año 2002-2003, lo que ocurrió es que se decidió que como se estaba globalizando la cadena de suministro había que ir a una interacción completa, interoperabilidad completa, y esa es la tercera fase y fue cuando se cambió el Consejo de Administración de GS1. Yo vine precisamente de Procter con un mandato triple que era desarrollar nuevos servicios globales, entrar en nuevos sectores, y hacer que la organización pasara a ser una organización más interdependiente. Esto quiere decir que realmente aquellas aplicaciones que son globales tienen que ser completamente interoperables de país a país. Después hay aplicaciones que son locales. Cuando yo llegué pensé “voy a convertir esto en Procter & Gamble”, un jefe y ese jefe le dice a cada país lo que tiene que hacer. Pero eso es un error porque en el mundo de los estándares es muy importante que los países sepan que la organización está trabajando a nivel mundial y está gobernada por todos los países. Cuando nosotros desarrollamos el tema de RFID /EPC para ser interoperable necesitamos la misma frecuencia en todos los países, pero cuando teníamos una frecuencia elegida empezamos a preguntar a los países y en el 80% ya estaba asignada. En China estaba |