datos. La recomendación actual, que ha sido elaborada consultando a todos los interesados incluidas las industrias proveedoras y aquellas que utilizarán la tecnología, los organismos de estandarización, las organizaciones de consumidores, las asociaciones de sociedades civiles y sindicales, responde a estas expectativas y apunta a crear las condiciones de paridad para la industria europea en el respeto de la privacidad de los ciudadanos comunes. Los Estados miembros disponen ahora de dos años para informar a la Comisión acerca de las medidas que van a adoptar para garantizar el respeto de los objetivos de las recomendaciones.  Dentro de tres años la Comisión presentará una relación sobre el resultado de las recomendaciones, acompañada de un análisis del impacto que ha tenido sobre las empresas y las autoridades públicas que utilizan chips inteligentes más allá de los ciudadanos.

El texto de las recomendaciones puede ser consultado en la siguiente dirección:

http://ec.europa.eu
/information_society/
policy/rfid/index_en.htm

 

 

En 2008, en todo el mundo, fueron vendidas 2,2 mil millones de etiquetas RFID, como las utilizadas en los puestos de peaje o aquellas para la identificación de los contenedores para el transporte, cerca de un tercio de las cuales se vendieron en Europa. Se estima que el valor del mercado mundial de las etiquetas RFID en 2008 fue de 4 mil millones de euros y que crecerá en unos 20 mil millones de euros hasta el 2018.

Contexto

En 2006, la Comisión Europea ha realizado una consulta pública (IP/06/289) acerca del desarrollo y el uso de los chips inteligentes (o tecnología de identificación por radiofrecuencia). Sobre esta base, en marzo 2007, lanzó una comunicación (IP/07/332) que señalaba cómo el público esperaba más iniciativas relacionadas con la privacidad y la protección de los