La identificación de medicamentos aún en sus dosis más pequeñas como puede ser una ampolla para inyección, hoy se ha resuelto con diferentes tipos de codificación: 1) el código DataMatrix que es un código de doble dimensión que permite el acceso a una gran cantidad de información (nombre del producto, , fecha de vencimiento, número de lote, etc.), y 2) la tecnología RFID (Identificación por Radio Frecuencia) con innumerables ventajas tanto por su calidad de lectura como por los alcances de su aplicación.

 

 

 

“historia” del medicamento desde su origen hasta el momento de llegar a nuestras manos, esto refiriéndonos sólo al tema trazabilidad y dejando de lado toda su implicancia de puertas hacia adentro de cada empresa integrante de la cadena de valor.

Hasta aquí nos encontramos con tecnología desarrollada para ser utilizada en laboratorios, droguerías, distribuidoras, farmacias, hospitales, centros varios de atención sanitaria, etc., pero sin embargo sigue latente el tema paciente. ¿Puede un paciente conocer la información que transporta el código DataMatrix de la caja de comprimidos que acaba de comprar? ¿Qué tecnología está hoy a su alcance para capturar los datos que contiene una etiqueta EPC?

Un paciente puede sin lugar a dudas conocer la información que transporta un código de barras y podrá en un tiempo no muy lejano conocer también aquella de una etiqueta EPC simplemente utilizando su teléfono celular. ¿Cómo? Acercando el celular al producto codificado y activando la función especialmente programada con ese fin. ¿Por qué? Porque la estandarización de la codificación ha permitido considerar aplicaciones en los teléfonos móviles a través de los cuales consumidores y comerciantes pueden interactuar abiertamente.

   
Por su parte, la captura automática de datos sea cual fuere el tipo de tecnología utilizada para la identificación, significa velocidad y exactitud para ingresar a bases de datos que nos permitan conocer la