por el cual no sólo se desarrolló el sector específico de verificaciones como parte de los servicios gratuitos al socio, sino que además se adoptaron distintas estrategias tendientes a corroborar qué pasa en los puntos de ventas.

Paralelamente a la recepción de muestras para su verificación y a la extensión de los certificados correspondientes, se han sumado en diversas oportunidades controles directos sobre los productos dentro de los supermercados, realizados por personal destinado específicamente para ese fin.

En el año 2007, siempre con la consigna de brindar un servicio que permitiera alcanzar la máxima eficiencia en la cadena de abastecimiento y mejorar la atención al consumidor, realizamos un estudio conjuntamente con dos cadenas de supermercados, a través del cual se relevó una serie de productos de las góndolas con el solo interés de detectar aquellos que tenían códigos ilegibles. El resultado del estudio arrojó un total del 2,3% de códigos con problemas que podían responder a diferente tipo de causas (ver nota Boletín
N° 58).

 

 

Nuevamente en 2008 GS1 Argentina consideró oportuno realizar un estudio de calidad de lectura, y es para referirse a este tema que Mario Abitbol, jefe de ADC, respondió algunas preguntas específicas.

¿Qué diferencia hay entre el estudio 2007 y el estudio 2008? 

Mario Abitbol: Luego del estudio mencionado de análisis de lectura de productos en góndola de 2007, en donde se trabajó con la selección de un grupo de productos de diferentes áreas y mediante el cual pudimos verificar la existencia de una problemática que necesita atención, fue que decidimos profundizar su estudio. Tanto en el primer estudio realizado a mediados de 2007 como en el segundo realizado durante 2008,