material ilustrativo que facilite al público la comprensión de los conceptos que se ofrecen (gráficos, cuadros de síntesis, etc.), y por último la técnica oratoria que permita llegar a todos los oyentes y que incluya para el momento del cierre todas las respuestas a las posibles consultas y preguntas del auditorio. Presentarse en una feria o en una muestra con un stand incluye una complejidad mayor, porque hay que tener en cuenta el diseño del espacio elegido, el material que hay que disponer para el público que se acerca a asesorarse, y la selección del personal que estará a cargo de la atención y de la información. Gabriel Piacenza nos dice: “A la hora de decidir la participación con un stand en una determinada exposición o feria, es importante tener en cuenta algunos detalles y aspectos organizativos con el fin de poder sacarle el mayor provecho no sólo por la inversión que hay que realizar sino también para potenciar las actividades que se realizarán post-evento. En primer lugar, para que toda la estrategia expositora funcione positivamente, en el stand hay que contar con personal capacitado que tenga muy en claro cuál es su rol. Por lo general, un expositor necesita contar con: 1. Personal de contacto primario o de filtro: Se trata del personal con el cual se va a enfrentar la mayoría de los visitantes del stand. Ellos deberán saber diferenciar a los visitantes de interés de entre todos los visitantes de paso, y a esos visitantes de interés deberán brindarle la información básica de su consulta. 2. Personal de contacto secundario o técnico: Se trata de personal especializado en los temas, productos y/o servicios que se promocionan en la feria o exposición. Este personal entrará en acción cuando las consultas superen la información que posee el personal de filtro con el cual se contactaron previamente. 3.
Personal de contacto terciario o ejecutivo:
Se trata de gerentes o directores con quienes el visitante desea mantener
una reunión de negocios. Para estos casos siempre es importante
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contar en el stand con un espacio reservado donde se pueda llevar a cabo cómodamente el encuentro. Y en segundo lugar hay que tener presente que la participación en una exposición no debería estar impulsada sólo por la intención de estar presentes en un ámbito donde se concentrará un determinado target de clientes sino también por el objetivo concreto de “hacer negocios”. Por eso es necesario organizar además, una agenda de recorridos generales y de visitas a otras empresas expositoras a las cuales puede ser interesante contactar, y sobre todo es necesario armar un detallado esquema donde se pueda registrar toda la información de los contactos realizados y de aquellos que consultan con algún interés en particular. Es imprescindible contar con información clara y precisa después del evento para saber concretamente quién nos visitó y por qué tema, y continuar a partir de entonces el contacto, con la posibilidad de avanzar hacia un posible nuevo cliente”.
Organizar
un evento propio es una forma que tiene la empresa de “abrir sus puertas”
para brindarse a los clientes y al sector al cual pertenece mostrando
toda su capacidad de productos, de novedades y de proyectos para el
futuro. Organizar un evento propio es la forma más directa para
la presentación de una marca, de un nombre, y para contactar
a quienes trabajan en la entidad con proveedores, clientes, competidores,
y porqué no con el público en general. |
Para
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