la miel hasta su embarque para exportación, con la finalidad de conocer y/o tomar acciones correctivas en caso de comprobarse alteraciones que afecten al producto. La Resolución incluye en sus artículos el origen de la producción, la extracción, envasado, identificación, el procesamiento y fraccionamiento, el acopio, el tránsito y la exportación.

Finalmente, cabe agregar que según la Resolución 797/2005 se establece un plazo que permita a la actividad privada solicitar la adopción de medidas respecto del destino de mieles con residuos de metabolitos de nitrofuranos almacenadas en depósitos del SENASA, con la finalidad de redireccionar la mercadería hacia otros fines no prohibidos por la legislación nacional.

Sintetizando podemos decir que la Comunidad Europea y la mayoría de los demás países del mundo según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OSM) establecen una tolerancia cero para los productos alimenticios que contengan Nitrofuranos debido a su toxicidad, y dada la resonancia de las reglamentaciones mundiales vigentes nuestro país ha desarrollado una nueva legislación gracias a la cual ha podido reinsertarse en el camino de la exportación de miel tal cual lo demuestran las cifras a las cuales hicimos referencia en el comienzo de esta nota.

LA OPINION DE UN EXPERTO

En diciembre 2005 Cord Lullman, especialista alemán de calidad de miel y trazabilidad, dictó un curso en nuestro país, denominado “Trazabilidad y comercialización de la miel en la Unión Europea”, y respaldado por la Comunidad Europea y el INTI, Instituto Nacional de Tecnología Industrial. La presentación incluyó entre otros tópicos: Medidas de trazabilidad para el control de la miel, Miel y

 

 

miel, Miel y trazabilidad, Etiquetado y Documentación de la miel, Comparación con las regulaciones argentinas.

El desarrollo del programa abarcó desde la definición del concepto Trazabilidad hasta las posibles opciones de implementación, pasando por las causas y normativas por las cuales se exige, así como también por su finalidad. Uno de los temas sobre el cual se hizo hincapié es el del reglamento UE 178/2002 en el que según su artículo 18 “los alimentos que son colocados en el mercado o que se deseen colocar en el mercado de la UE deberán estar etiquetados o identificados en forma adecuada para facilitar su trazabilidad, a través de documentación relevante o información acorde a los requerimientos fundamentales de las previsiones más específicas”.

Con respecto al tema etiquetado e identificación, Cord Lullman recordó que la ley no obliga a invertir en