Además tenemos un sistema de calidad que nos permite llegar a clientes importantes que se fijan en el sistema de producción y de cargas que tiene la empresa, además de los sistemas tecnológicos internos de gestión, de calidad, de procesos, de desvíos, reclamos, etc. Esto fue importante para conquistar ciertos clientes grandes sobre todo cuando se incorporó la producción de marcas propias de las 10 principales cadenas.

Por otra parte, a nivel nacional fuimos una de la primeras empresas que certificó las dos normas: la de un sistema de calidad ISO 9000 y un sistema de HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Point) que es un sistema que si bien no tiene un carácter normativo, hace a las buenas prácticas de manufactura. Esto implicó una fuerte inversión en reacondicionamiento de las plantas, capacitación del personal, y un ajuste continuo a nuevos cambios. Esta es una empresa de recursos medidos que siempre apostó al trabajo y a la calidad; una PyME que ha trabajado para conseguir una marca que hoy está tratando de mantener.

Alfredo F. Salas – Con respecto a la actualización tecnológica, tenemos un sistema interno muy mejorado. Queremos ahora avanzar sobre un control de inventario un poco más específico dentro del sistema de gestión general de la empresa.

D.G. – Eso también hace al origen de la empresa: un almacén de licores que empezó tostando café para bares y confiterías y que ahora tiene el almacén de licores con molido de café a la vista, además de la parte de producción. Vinculado con el tema de los locales, se avanzó con el tema de los códigos para beneficio de la empresa. Lo que hemos incorporado ahora es la toma de inventario con una lectora de datos, esto desde hace dos meses. Esto es un alivio inmenso porque cada toma de inventario en los locales, incluye 2300 artículos (casi como un supermercado). Considerando que esto antes se hacía en forma manual con listados, ahora estamos ahorrando mucho tiempo, se hace más sencillo y más exacto. Con la lectora de datos se van recorriendo las góndolas y los



























 

 

depósitos y lo único que se digita es la cantidad, porque el código del producto se lee en forma automática. Lo que consideramos una posibilidadde mejora es que así como estamos haciendo en los locales (todos nuestros productos salen como unidad de despacho), a futuro lo queremos implementar en la fábrica porque tenemos 2000 artículos de materias primas y tenemos muchísimos códigos de productos elaborados propios. Esto nos obliga a estar muy encima de forma permanente y a hacer controles desde la Orden de Compra hasta los productos terminados en los depósitos. Por ello estamos siempre comunicados y cada vez más inter-relacionados porque el dato que uno carga, si no está bien, puede perjudicar a otro.


2 - ¿Qué importancia tuvo para ustedes la incorporación de los códigos de barras? ¿Los utilizan para algún otro tipo de proceso diferente al de su lectura en una línea de cajas?

Walter Mouriño – Fue fundamental. En cuanto a los códigos, todos nuestros productos tanto de la parte gastronómica como de la parte doméstica, como de aquellos que vendemos en los locales propios, todos tienen código de barras, y todos están dentro del Catálogo DATA.COD. Nosotros cuando lanzamos un producto nuevo, sea un producto de los que denominamos artesanales, que pueden ser productos de chocolate que salen de línea, los identificamos con el código de barras, con un GTIN-13 que solicitamos a GS1. Allí nos dan el alta, nos dan el dígito verificador más allá de que nosotros lo podemos sacar por cálculo,

 

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