Los clientes pueden llevar cualquier producto que quieran hacia un contador de ventas, donde un lector RFID provisto por Checkpoint lee las etiquetas de los productos y actualiza el software OAT para indicar qué elementos están siendo retirados. Si el programa determina que la cantidad mínima de productos de un determinado SKU se ha alcanzado, se envía una notificación a los administradores de la tienda, que luego reordenan esos productos. En algunas tiendas, un lector final de Checkpoint montado en la salida, lee las etiquetas de las prendas que

 

salen de la tienda, lo que provee un paso adicional de datos indicando qué elementos han salido de las instalaciones. Sin embargo, señala Wilkens, el lector no está siendo utilizado para la vigilancia electrónica en este momento.

Con esta implementación,
C & A etiquetará los productos vendidos en las 25 tiendas de Alemania, con planes de completar el desarrollo en mayo de este año. Al describir los beneficios que el minorista obtuvo desde la prueba inicial en cinco tiendas, Wilkens dijo: "Estamos felices de lograr un menor fuera de stock y de números NOSBOS". NOSBOS significa "no en una percha, pero en sí en stock" y tener cifras bajas de NOSBOS significa que hay menos casos en que los productos estén disponibles en la trastienda y no en el piso de ventas. "Además", afirma, "se logró una mayor eficiencia de los procesos en las tiendas como la reposición de estanterías". Basados en estos resultados iniciales informó que la empresa ​​siente justificado el lanzamiento de una segunda fase de la prueba piloto incluyendo tiendas adicionales.

Fuente: Claire Swedberg
RFID Journal