Es importante señalar aquí que el concepto de factura electrónica para GS1 es más abarcativo que el de AFIP, que implica identificar en el comprobante los productos, precios e impuestos, además de cumplir con un paso formal de obtención de un código que la entidad otorga denominado CAE. Al ser más abarcativo, el documento electrónico GS1 de factura permite operar entre las partes cumpliendo también con los requerimientos de AFIP, es decir, los procesos son perfectamente conciliables.

Al mismo tiempo, varios laboratorios fueron alcanzados por una primera disposición de ANMAT para la trazabilidad de medicamentos que incluía un grupo pequeño de drogas específicas, de muy alto costo; ANMAT pedía que cada movimiento dentro de la cadena de abastecimiento fuera informado. Esto también obligó a que la gente de sistemas de los laboratorios tuviera que dedicar su tiempo y recursos a cumplir con esa disposición.

Así se llegó a comienzos de este año en que se relanzó el grupo de trabajo del

 

intercambio de documentos del sector salud. En ese momento el grupo consideró que prefería trabajar con el estándar XML, lo cual también obligaba a rever las cosas. Ya se habían hecho algunas pruebas con EANCOM, y entonces hubo que cambiar el lenguaje y volver a comenzar.

“Hoy puede decirse que la factura electrónica para el sector de la salud ya está disponible y que contiene los mismos datos que se necesitan para cumplir con la AFIP, incluyendo el CAE. Actualmente se está terminando una guía de implementación de factura electrónica en español para ayudar a nuestros asociados a desarrollar exitosamente el proceso. El documento factura electrónica GS1 contempla así todas las cuestiones impositivas de nuestro mercado, además de la información que la industria consideró importante para el sector. El estándar es semejante al global pero con respuesta a los requerimientos impositivos locales”, explica Aníbal Pablo Serignese, Líder de Comercio Electrónico de GS1 Argentina, integrante del grupo de trabajo.