punto un nuevo integrante del proceso colaborativo se suma a proveedores y minoristas: una empresa de tecnología, desarrolladora de estándares.

¿Por qué es necesario que una empresa de tecnología de este tipo participe en el proceso? 

La respuesta nos remite nuevamente a las palabras de Daniel Gutiérrez, que al referirse a los inicios del proyecto que Jumbo encausó con algunos proveedores hizo hincapié en “la necesidad del DATACOD, porque necesitábamos tener una seguridad absoluta sobre los códigos de barras”. Los códigos de barras, así como los demás identificadores estándares desarrollados por GS1, son hoy la base de todo proceso comercial y operativo a nivel internacional, y sería imposible concebir un trabajo entre empresas si no se contara con un lenguaje único capaz de ser leído inequívoca y automáticamente.

La tecnología dispone de las herramientas necesarias para automatizar, medir, controlar, mejorar, por lo cual sólo queda apuntar a los cuatro focos principales: reposición, control de inventarios, entrega en los CD y entregas de proveedores, que impiden muchas veces que el producto que salió de un lugar llegue en tiempo y forma a donde debiera estar. Frente a estos focos la iniciativa para la aplicación de medidas correctivas vuelve al campo de proveedores y minoristas que una vez que conocen las debilidades que originaron los quiebres pueden encarar las soluciones más apropiadas.

Sólo compartiendo esfuerzos se puede alcanzar un crecimiento sostenido y lo que es más importante, la satisfacción del consumidor.
    Rubén Calónico, Gerente General de GS1 Argentina, por su parte, considera que es indispensable poder medir la situación de los productos en la góndola de un supermercado cuando el consumidor hace sus compras, el porqué de su faltante, si lo hay, y a partir de allí deducir la importancia de la colaboración entre los socios de la cadena de valor en busca de soluciones que reparen el daño de los quiebres de stock. Los quiebres de stock son un arma que juega en contra de todos los integrantes de la cadena de abastecimiento ya que según las encuestas realizadas entre los clientes de los supermercados, ante un faltante, algunos cambian de local comercial, otros no compran ese día, y otros compran otra marca o producto. Estas actitudes generan costos que no son de procesamiento, de transporte, de logística, sino son costos adicionales que tienen que ver con las ventas, con el trabajo, con la generación de una relación comercial entre un proveedor y una cadena.

Sin embargo, la medición de los quiebres de stock cuenta hoy con una herramienta indiscutible: el Estudio de Faltantes de Mercaderías en Góndola de GS1, y en este