También nos ha pasado que algunas configuraciones de módulos han resultado mucho más complicadas de lo previsto y esto ha generado nuevas etapas de aplicación y algunos atrasos.


¿Qué falta todavía para que todo funcione fluidamente?
Dr. C. G.: Nos falta toda la parte clínica relacionada con el movimiento de medicamentos e insumos clínicos. Me refiero al movimiento que va hacia el punto de cuidado del enfermo. Eso es parte de lo que todavía nos falta hacer y que va en línea con lo que es trazabilidad.

Tenemos cuatro hospitales funcionando con el abastecimiento y las existencias en general a nivel de bodegas y la centralización de las compras. Hacia adelante falta avanzar hacia las capas clínicas y poder tener un descuento automático de los medicamentos que van hacia los enfermos o hacia las farmacias ambulatorias.
Todo esto, al tener nosotros un concepto de red, es más importante todavía porque podremos encontrar la forma de utilizar distintos materiales entre un hospital y otro cuando esto ya esté funcionando de manera total.

 

 

 

 

 

 

 


 


¿Qué beneficios ya pueden contabilizar desde que implementaron el proceso?
Dr. C. G.: La gestión centralizada de compras se hace ya dentro del sistema y ha disminuido el tiempo dedicado a ese trabajo en algunos hospitales grandes de quinientas camas, de un día y medio al mes a un minuto. Ahí

    hay un beneficio concreto porque se logra implementar un sistema colaborativo para hacer los pedidos desde cada uno de los servicios clínicos, y el sistema ayuda a organizar y hacer eficiente cada solicitud. Ahí hay un beneficio concreto de horas hombre que tiene mucho valor. Todavía nos falta medir con más detalle los beneficios económicos porque el sistema está recién implementado y no tiene una gestión directa en algunos módulos.