Si tenemos en cuenta las características del sector del Consumo Masivo y las del Sector de la Salud podríamos decir que tienen a simple vista importantes diferencias conceptuales, aunque los productos se identifiquen con fines similares: requerimientos comerciales para que toda la cadena de abastecimiento llame a los productos del mismo modo; fines logísticos para facilitar los procesos de almacenamiento y transporte; implementaciones de trazabilidad a fin de garantizar la calidad y la seguridad de los productos.

Pero la diferencia surge a partir de la propia naturaleza de los productos, tanto por la alta complejidad y lo oneroso del proceso de gestación de los medicamentos que implica años de investigación, pruebas, certificaciones y aprobaciones previas a su fabricación, como por su desarrollo y posterior tratamiento a través de toda la cadena de abastecimiento, la cual exige de procesos de almacenamiento y transporte muy delicados y con altos y costosos estándares de calidad.

En el amplio universo de productos de la industria de la salud, también existe una extensa cantidad de elementos que necesita ser trazada y que se refiere a los productos biomédicos, el instrumental

médico y otros equipamientos específicos. Como ejemplo sirve recordar un caso simple de algunos años atrás sobre productos no trazados y que ahora requieren trazabilidad: es el caso de los nebulizadores. Un fabricante y exportador local se vio obligado a trazar los componentes para exportar. ¿Cuál fue el motivo? recibieron reclamos de clientes de los EEUU que les exigían mayor detalle de las materias primas participantes en la fabricación de depósitos, boquillas, tubos y demás componentes que tuvieran contacto con los medicamentos.


Escenario y predisposición del sector de la Salud en la Argentina

Las empresas locales cuentan con excelentes niveles de trazabilidad pero diseñadas para trabajar en un entorno de comercialización seguro. Sin embargo el modelo de trazabilidad pensado años atrás no es suficiente para cubrir las necesidades actuales.  Antes el mayor desafío era luchar contra un mercado informal por fuera de las normas que con el correr del tiempo se ha transformado en un negocio millonario. Hoy las empresas están abocadas a la búsqueda de una solución definitiva a los problemas ocasionados por el robo, la falsificación y la adulteración de sus productos.