Competencia y colaboración. ¿Cómo se entiende? Se entiende porque para competir hay que colaborar y el mundial de futbol es la prueba más contundente de que esto es así.

Un equipo de futbol no es más que un equipo de trabajo comparable a cualquier otro que se desempeñe por ejemplo, dentro de una empresa. Un equipo de futbol cuenta con un entrenador que desarrolla técnicas y estrategias para derrotar al adversario, pero que por sobre todo debe saber motivar a cada jugador para alcanzar el objetivo común. Una empresa cuenta con ejecutivos que coordinan las actividades de modo de poder actuar dentro de una cadena de valor donde competirán y colaborarán, objetivos para los cuales tendrán que contar con el aporte de cada uno de los trabajadores y de todos integrados como un verdadero equipo.



 

 

 

Dos profesores de la Escuela de Negocios de Harvard consideran que hay dos enfoques diferentes cuando un grupo de trabajo debe optar por un curso de acción para seguir adelante: uno es el enfoque competitivo, y el otro, el enfoque colaborativo. Dentro del enfoque competitivo dicen ellos, cada actor defenderá su posición en base a un análisis tratando de demostrar que el otro está equivocado. De este modo se generarán fracturas y el resultado esperado será débil y un motivo más de discordia. Dentro del enfoque colaborativo, los participantes suman diferencias y finalmente acuerdan caminos pluralistas, de mayor calidad y riqueza.