Los teléfonos celulares han invadido poco a poco la vida de muchísimas personas que se valen de ellos no sólo para hacer o recibir un llamado, sino para otras incontables funciones que los fueron transformando en un aliado verdaderamente valioso.


Cuando en la década del setenta, tal vez en el año 1973 según dicen algunos, Motorola lanzó el primer teléfono celular portátil, nadie pensaba que ese pequeño equipo iba a cambiar tanto la era de las comunicaciones. Y es que uno tras otro los nuevos modelos comenzaron a invadir el mercado incorporando permanentemente novedades y funciones cada vez más atractivas.

Primero fueron las llamadas urbanas que no siempre se escuchaban porque el sistema se interrumpía en ascensores, subtes, o lugares muy cerrados. Después fueron las llamadas interurbanas que estaban sujetas a condiciones no muy económicas. Más adelante nacieron los mensajes de texto y nuevas fórmulas de contratación con el uso de tarjetas que redujeron los costos y aumentaron las posibilidades de gran cantidad de usuarios. Y así llegaron los teléfonos con agendas de contactos, con capacidad para tomar fotografías y hacer pequeñas filmaciones, con reproducción de música, con

 

 



navegadores de internet, con juegos, con servicios de GPS, y más, mucho más.

Los primeros celulares eran grandes y requerían complicados procesos para la carga de sus baterías, pero muy pronto comenzaron a aparecer en el mercado modelos más pequeños, más funcionales, modelos que se cierran en dos como un estuche muy delgado, modelos para niños, modelos con diferentes sonidos, y más, mucho más.