7 - ¿Cuáles son las vías que usted considera esenciales cuando se quiere conocer una nueva tecnología y diferenciar lo realmente exitoso de la mera publicidad?
E. A. D. A. – Una de las consecuencias por las cuales la tecnología no se ha implementado, no se ha extendido a más compañías y a más países, es precisamente porque nos la vendieron como la tecnología plus ultra, la octava maravilla del mundo y lo creímos sin verla realmente funcionando. Por ello yo aconsejo a las empresas que quieren incursionar: conozcan casos de éxito, visiten las compañías que tienen implementaciones y miren en qué procesos las están aplicando. Tomen eso como ejemplo. Los proveedores de tecnología, todos saben implementar RFID, pero cuando realmente lo van a hacer se encuentran con un chasco. Entonces, cuando se selecciona un proveedor hay que pedirle que nos muestre sus casos de éxito y visitar los casos de éxito. Eso es básico.

5 – Ustedes son exportadores, pero para una empresa que no exporta, que es sólo local, ¿es aplicable?
E. A. D. A. – Todas las aplicaciones que hicimos nosotros únicamente están beneficiando nuestros procesos de puertas para adentro. Sólo en el interior de la compañía estamos obteniendo beneficios, estamos haciendo trazabilidad y control, manifestados hacia el cliente final que nos compra en un retail. La proyección que tenemos obviamente nos va a permitir hacer más eficiente nuestro proceso de exportación, pero igualmente se pueden obtener beneficios en el interior de las compañías sin necesidad de ser exportador.

6 – Usted habló en la charla de la dificultad de recuperar un cliente cuando se lo pierde, que es más difícil que ganar un cliente nuevo. ¿Esta implementación tiene un valor para evitar la pérdida del cliente y también para ganar nuevos, más cómodamente?
E. A. D. A. – Nosotros estábamos con un indicador de despachos completos del 82% y en este momento estamos por encima del 90%. Esto quiere decir que de 100 cajas que me pida un cliente yo le estoy despachando por encima del 90%, cuando antes lo hacía por un 80%. El cliente final llega a un punto de góndola y encuentra con mayor probabilidad nuestro producto que antes de la implementación del proyecto.