4 – Para un país como Colombia que dentro de Latinoamérica tiene menos recursos o posibilidades económicas que un país del primer mundo, ¿esto fue un esfuerzo o una inversión con una proyección importante?
E. A. D. A. – Yo considero que cada vez que se va a implementar cualquier tipo de proyecto, independientemente del costo que tenga hay que observar dos variables: si tiene tasa interna de retorno y si va a hacer el proceso más eficiente, si va a dar proyección, más allá de la tecnología que sea. En este caso efectivamente no se trata de una inversión tan alta como uno puede imaginarse cuando no está metido en lo tecnológico. La implementación del software y del hardware no alcanza a subir mucho los costos, es más el valor del tag a colocarse, el consumible que va a marcar la diferencia en costos con otros proyectos, con otras tecnologías de captura de datos. Pero en nuestro caso el retorno de la inversión fue inferior a un año. Teníamos unas exactitudes de inventario del 50% y estamos en el 100%. Eso permitió mejorar todos nuestros indicadores y la inversión está más que recuperada. El tema no es dónde se está implementando, qué tan grande o pequeño se es, qué tanto cuesta, sino qué beneficios va a traer la tecnología.