| situación inesperada interna o externa. Las debilidades no deben ser consideradas como un hecho traumático sino como una parte más que nos toca enfrentar para poder continuar en nuestro camino. Cuando medimos nuestras flaquezas lo más importante es estar dispuestos a considerar qué posibilidades existen para revertirlas, cuántos cambios debemos emprender, y cuánto tiempo tenemos que esperar para ver un nuevo resultado.
MEDIR NUESTRAS FORTALEZAS Del mismo modo que en cualquier actividad se pueden medir las debilidades, todos podemos conocer las fortalezas que nos sostienen. Las fortalezas son los motores que nos empujan hacia delante, son la energía capaz de vencer los desafíos más difíciles, son los pilares de cada empresa. Entonces ¿Para qué medirlas? Para saber cuál es nuestro capital, cuáles son nuestros valores, y para apoyarnos en ellas antes de dar un nuevo paso hacia delante. La medición de nuestras fortalezas nos va a dar una tranquilidad para el día a día y nos va a permitir realizar nuevos emprendimientos o giros con mayor confianza y seguridad. Debilidades y fortalezas son dos factores que juegan permanentemente en todos los ámbitos en que nos desenvolvemos, pero sólo su justo equilibrio puede generar resultados eficientes y positivos.
EL PROYECTO KPI En el año 2002 GS1 Argentina incorporó a su red de servicios el Proyecto KPI (Key Performance Indicator – Indicador de Gestión de Desempeño) también conocido con el nombre de Benchmarking. El Proyecto KPI consiste en siete indicadores logísticos estándares de medición, capaces de detectar los puntos débiles y los puntos fuertes de una empresa, así como también capaces de establecer paralelos con otras mediciones del mercado. Los indicadores KPI son: • Pedidos entregados completos Este servicio que GS1 Argentina brinda a sus asociados en forma simple y gratuita, permite medir aquellos puntos vitales y más críticos dentro de la empresa para los cuales es necesario adoptar cambios y mejores prácticas que aseguren óptimos resultados frente a la competencia. Hoy más que |
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nunca, cada empresa desde su pequeño o gran puesto en el mercado, necesita afianzar su posición y defenderla de posibles turbulencias. Para ello es imposible dejarse llevar por resultados “suficientes” y no detenerse a evaluar las fisuras aún más pequeñas.
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Muchas son las empresas que han trabajado desde un comienzo en este Proyecto KPI, y que han participado desde distintos sectores, el productivo o el minorista, para que podamos contar con una herramienta que abarca diferentes aspectos de los procesos de negocio. La entrega de pedidos incompletos, o fuera de término, el rechazo de mercaderías o el faltante de mercaderías, pueden generar conflictos que culminan en un ineficiente servicio al consumidor. La evaluación de sus causas, la corrección a tiempo, y la reversión de cada problema a veces “crónico”, pueden salvar un momento difícil y transformarlo en un final exitoso. El Benchmarking no es una disciplina nueva, es un sistema que comenzó a implementarse en el mundo alrededor de los años 70 y que fue dando sus frutos a partir de un trabajo colaborativo entre empresas que medían sus capacidades tecnológicas, sus resultados internos, o sus diferentes métodos de procesos. La idea de hacer una medición comparativa no apuntó ni apunta a mirar de costado qué hace la competencia, sino a participar mancomunadamente para sacar el mejor rédito a un esfuerzo que en definitiva beneficia a todos. Hacer un proceso de medición no implica trabajar con todos los indicadores ni agobiarse con cálculos y fórmulas infinitas; implica elegir aquel indicador que en cada caso es el más necesario, el que apunta al interés particular de la empresa, y una vez obtenidos los resultados, encarar las soluciones necesarias o fortalecer las áreas más vulnerables. Para conocer más acerca de esta herramienta estándar del Sistema GS1 contáctese con el Departamento ECR a ecr@gs1.org.ar |
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