Dulces o saladas, las galletitas se han convertido en un producto vital en la mesa de los argentinos, y tanto es así que todos los supermercados dedican un importante espacio en sus góndolas para la exposición y venta de las más variadas marcas y presentaciones. ¿Las identificamos?

 

Según el Código Alimentario Argentino “con la denominación de Galletitas y Bizcochos, se entienden numerosos productos a los que se les da formas variadas antes del horneado de una masa elaborada a base de harina de trigo u otras o sus mezclas, con o sin agentes químicos y/o biológicos (como levadura) autorizados”. Estas galletitas o bizcochos que podemos encontrar en sus diferentes variedades: dulces secas, rellenas, obleas, bañadas con chocolate, saladas de agua, crackers, saborizadas, etc., más allá de su elaboración y venta en forma artesanal en panaderías, se fabrican en plantas industriales y se comercializan envasadas bajo una enorme variedad de presentaciones.

El gusto del consumidor argentino por este tipo de producto ha ido generando desde hace muchas décadas un incesante desarrollo que se inició con la venta al peso en el viejo almacén de barrio. Aquellos minoristas ostentaban en sus estanterías grandes latas con una ventana de vidrio a través de la cual se veían galletitas cuadradas, redondas, con forma de rosquitas, azucaradas o rellenas.

 

 

Cuando los clientes hacían su elección, el almacenero bajaba la lata, la abría y con gran cuidado embolsaba 100gs., un cuarto, con o sin yapa, y a veces hasta regalaba una o dos a algún chico que se estiraba para alcanzar el borde del mostrador.

A las viejas latas retornables le siguieron cajas de cartón, ya después descartables, al mismo tiempo que comenzaban a envasarse algunas variedades para su comercialización en diferentes puntos de ventas, en pequeños paquetes de pocos gramos.

La venta de galletitas envasadas fue impulsada también por la expansión de los supermercados y autoservicios que requirieron una forma viable para su disposición en las góndolas, y con esta nueva modalidad cada marca y cada variedad adoptó un modelo de packaging capaz de permitir la identificación ideal para atraer a todo tipo de consumidores.