La enorme demanda de productos en un mercado mundial tan consumista como el de nuestros días, da lugar a la aceleración de los procesos productivos y a veces desemboca en los recalls por fallas que en todos los casos conviene detectar a tiempo.

El recall o retiro de productos con fallas del mercado, es una realidad que se da cada vez con más frecuencia en todas partes del mundo, y que involucra no sólo a partidas del sector de la alimentación sino también de los demás sectores del consumo masivo. Esta práctica que se lleva a cabo cuando se detecta un error de fabricación que atenta contra la seguridad y la salud de los consumidores, debe ponerse en marcha y concluirse en el menor tiempo posible porque a mayor tiempo mayor riesgo, y a mayor riesgo, mayor daño para productores y clientes.

Dentro de una empresa pueden vivirse a diario innumerables situaciones difíciles, inestables o preocupantes, pero ninguna más peligrosa que la que se vive cuando se hace público un defecto de fabricación, porque esto paraliza todas las compras del producto en cuestión y genera una onda expansiva que envuelve a la marca y despierta la desconfianza de los consumidores más leales. Volver a partir de un clima así, a recuperar los clientes perdidos puede tener un costo muy alto y algunas veces puede convertirse en una caída sin retorno.

Nuestro país hace ya unos años padeció varios desenlaces

 

fatales con la adulteración de vinos, con el propóleo, con medicamentos y con distintos tipos de leches, y cada caso, al igual que en otras partes del mundo, fue generando miedos y despertando la conciencia del consumidor que aprendió a retractarse rápidamente ante marcas desconocidas o ante producciones sin garantías. Sin embargo, ante la detección de hace unos días de productos de perfumería – dentífricos y desodorantes – de marcas internacionales con problemas puntuales, los proveedores pudieron solicitar a tiempo y en forma pública a los minoristas la no venta, y a los clientes la no compra de los artículos perfectamente identificados. De igual modo pero con una repercusión de carácter mundial se conoció el recall de los juguetes de la empresa Mattel de China, que significó cifras millonarias de pérdidas tanto de unidades como de ventas.


La importancia de la trazabilidad

Precisamente cuando en Europa se desencadena el mal de la vaca loca, y más tarde en los EEUU crece el pánico por un posible ataque bioterrorista, las sociedades de consumo se plantearon en forma definitiva la necesidad de contar con

 

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