Para vender un producto hay que mostrarlo, hay que darlo a conocer, hay que difundir sus propiedades, sus ventajas, sus valores. Un producto puesto en el estante de un negocio, o en la góndola de un supermercado en forma totalmente silenciosa, puede pasar desapercibido y no llegar masivamente a la mano de los consumidores. Su calidad, sus características y aún su forma de presentación, no son suficientes en una sociedad como la del s/XXI que se mueve a un ritmo acelerado y que se maneja básicamente informada a través de los medios y de los canales publicitarios.

Partiendo de estos conceptos y considerando que el producto que ofrecen algunas empresas puede ser un servicio o un sistema de tecnología, es fácil comprender que sin una vidriera que lo muestre y sin una estrategia permanentemente sostenida, el camino de crecimiento se transformará en una cuesta muy elevada y de difícil acceso. Además es necesario aceptar que los empresarios de hoy pretenden estar comunicados con sus proveedores y asesores y esto no sólo levantando un teléfono o recibiendo un set de papelería informativa, sino también interactuando dentro de su sector y dentro de la cadena
a la cual pertenecen, pero por

sobre todo contactándose en forma directa con los productos requeridos y observando sus características en demostraciones prácticas que inspiren una mayor confianza.

¿Cómo mostrarse?

En todo el mundo y en todos los sectores imaginables las ferias, exposiciones, muestras y jornadas se suceden día tras día convocando a miles de visitantes que asisten con los más variados objetivos. Cada encuentro se desarrolla con diferentes perfiles incluyendo stands, conferencias, presentaciones, debates, paneles, rondas de negocios, etc., y cada organización por su parte requiere un estudio minucioso que determine cuáles son las opciones apropiadas para los fines que se pretenden alcanzar.

Dentro de este marco, algunas entidades consideran a los eventos como espacios a los que se puede acudir como participante de alguna de las propuestas para las cuales se las invita, o bien como un ámbito de su política interna ofrecido a clientes y potenciales interesados. Así, cada empresa en función del sector al cual pertenece o del tipo de producto que desarrolla, tiene