La naturaleza, el reloj, la música, marchan en base a un pulso y sólo si ese pulso es medido se alcanza el orden, la armonía y el mejor funcionamiento.
 



ni imposibles. ¿Porqué entonces no “medir” dentro de una empresa?

Si consideramos “qué es medir” dentro del ámbito de una empresa, podemos fácilmente deducir que medir es conocer mejor aquello que nos ocupa, es obtener información para desarrollar nuevos proyectos, nuevas estrategias y para tomar nuevas decisiones. Medir, dentro de una empresa, es una actividad conocida con el nombre de Benchmarking, término que puede definirse como el “proceso sistemático y continuo de evaluación de los productos, servicios y procedimientos de trabajo de las empresas que se reconocen como representantes de las mejores prácticas y cuyo propósito es el mejoramiento organizacional” (M. Spendolini, 1992).

La palabra Benchmarking comenzó a utilizarse en la década del 70 haciéndose referencia con ella a la medición de procesos realizada para establecer comparaciones entre distintas empresas. El proceso del Benchmarking se adoptó luego para evaluar a través de mediciones continuas el grado de eficiencia interno comparado con el de las empresas que están a la vanguardia, cualquiera sea el sector al cual pertenecen. De esta manera se pudieron establecer parámetros claros para plantear cambios direccionales y evitar así costos innecesarios además de alcanzar la máxima satisfacción del cliente.

Hoy, cuando se habla de Benchmarking, se habla de algún modo de un trabajo participativo y colaborativo, a través del cual las empresas comparan tecnologías y métodos ya aplicados, comparan los resultados internos entre diferentes sectores

 

El pulso es una unidad del ritmo y el ritmo implica el orden de diferentes elementos. En música, el metrónomo es el aparato utilizado para medir pulsaciones por minuto. Sin un pulso medido, sin ritmo, sin orden y organización no hay música. Del mismo modo que para hacer buena música, en cualquier disciplina existe un orden, un ritmo y una forma para medirlo. Medimos el tiempo para poder administrarlo, medimos nuestro pulso cardíaco para saber que estamos sanos, hacemos un proyecto en base a medidas para que un edificio pueda levantarse y sostenerse por un número ilimitado de años. El uso de las mediciones es tan antiguo como la vida del hombre y en todas las culturas fue la única herramienta que permitió desarrollar técnicas para construir todo cuanto nos rodea.

Medir es determinar una extensión o una capacidad, es establecer una magnitud por comparación, es reflexionar sobre las ventajas o inconvenientes de algo, es evaluar puntos débiles y fuertes, aciertos y errores. Medir es buscar un punto de exactitud a partir del cual no haya ni inestabilidad

 

Para descargar el Boletín número 48 completo, podrá hacerlo en formato PDF
desde el siguiente hipervínculo: BOLETIN 48