barras UCC/EAN-128. De este modo, se maneja una forma de identificación estándar que puede ser reconocida internacionalmente y que permite la captura automática de datos, aún cuando los socios comerciales no pertenezcan al mismo continente.

En nuestro país, los productores de peras y manzanas del Valle de Río Negro vienen aplicando desde hace varios años el programa PI (Producción Integrada), que posteriormente también incorporaron a las frutas cítricas, como consecuencia de la necesidad de exportar a Europa. Este programa particularmente en España, también se aplica para la producción de cítricos desde hace mucho tiempo. Sobre la base de estas programaciones ya en marcha, el INTA ha desarrollado una normativa para la producción de cítricos de la región del litoral argentino.

La aplicación del programa PI y de las normativas del INTA incluyen la certificación de la fruta para lo cual son requeridos ciertos documentos como por ejemplo los

Cuadernos del Campo y los Cuadernos de Empaque. La documentación para la certificación exige el registro de una serie de datos que van desde la ubicación del área productiva, su responsable, la fertilización, el riego, los registros climáticos, la cosecha, hasta los que tienen que ver con los lotes de empaque y con las obleas que identifican cada partida (ver cuadro). Los registros a su vez cuentan con sistemas de auditoría que avalan la precisión de la información.

Cuando los controles han sido realizados y aprobados, el productor es autorizado a identificar las cajas de cítricos con las obleas, las cuales llevan un código de barras que permite la trazabilidad del producto. El sistema de codificación se hace siguiendo las normas EAN.UCC, normas aprobadas por las autoridades de la Unión Europea (UE). Así cualquier consumidor de frutas cítricas, con el libre acceso a un sitio Internet disponible, podrá conocer datos precisos de los productos que ha adquirido en el supermercado.

La trazabilidad de frutas cítricas bajo el sistema EAN.UCC ya está siendo implementada en países como España, Sudáfrica, Nueva Zelanda, por empresas que comercializan su producción en el mercado interno, pero principalmente exportando al resto del mundo. Los beneficios alcanzados por estas empresas ya son una realidad traducida en la reducción de costos, la eficiencia del sistema y la seguridad de los consumidores.