“Los portadores de datos cumplen la función esencial de “comunicar” dentro de una cadena de abastecimiento, y GS1 Argentina se esfuerza por crear valor dentro de ella para que todos los participantes puedan alinear sus datos con fines comerciales (Administración de Stock), logísticos (transporte de productos) y técnicos (Trazabilidad). Si tenemos que hacer un repaso sobre los portadores de datos lineales comenzaríamos por el clásico EAN 13 que se encuentra en cualquier producto de góndola de supermercado; después pasamos al ITF 14 que es una simbología utilizada en unidades logísticas como bultos continentes; y luego tenemos el GS1 128 que es una identificación para unidades logísticas como pallets. La característica del GS1 128 es la posibilidad de cargar o contener múltiples datos a través de los identificadores de aplicación, por lo tanto, resulta muy atractivo para trazabilidad. Estos son todos códigos lineales. También está el GS1 DataBar que todavía no se

está utilizando en nuestro país; es el estándar ideal para frutas y verduras. En USA se está utilizando con fines comerciales y de trazabilidad porque la venta de frutas y verduras se hace por unidad y no por kg. Además tenemos el estándar EPC Global que se utiliza para la tecnología RFID (UHF). Aquí lo que cambia, es la identificación que es por radiofrecuencia”. De esta forma Martín Urrengoechea comienza a referirse a los códigos del Sistema GS1, aptos para todo tipo de necesidades del comercio, la industria, y la prestación de servicios.