Greta Thunberg recordaba ante el mundo en la sede de las Naciones Unidas, que para poner remedio a los desastres ambientales y al cambio climático estamos muy cerca de un punto sin retorno. La mayor responsabilidad es la emisión de anhídrido carbónico hacia la atmósfera (41,5 mil millones de toneladas de CO2 cada año) derivado de combustibles fósiles y la desforestación. De esto se deriva la contaminación ambiental y el calentamiento global en constante aumento. Los efectos los vivimos cotidianamente, según revelan varios reportes de IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) de las Naciones Unidas, el último de los cuales es sobre los mares y la criosfera que va desde los fenómenos meteorológicos extremos a la extinción de los glaciares alpinos, del aumento del nivel de los mares a su acidificación.

Como ha recordado Greta “con los actuales niveles de emisiones, nuestro límite de CO2 restante será alcanzado en menos de ocho años y medio”. Y agregó: “La idea difusa de reducir a la mitad nuestras emisiones en 10 años nos da sólo el 50% de posibilidad de permanecer por debajo de 1.5 grados centígrados, con riesgo de poner en marcha reacciones encadenadas irreversibles más allá de todo control humano”. Es por este motivo que sirve una aceleración hacia la “descarbonización” a todo nivel: de los estados (66 se han comprometido a emisión cero hacia 2050, pero faltan los mayores contaminadores, Estados Unidos y China), pero también de los simples ciudadanos y las empresas. 

Justamente las empresas, en particular las del gran consumo, tienen a disposición un instrumento único para calcular el impacto climático de las actividades logísticas, cubriendo las actividades de las tiendas y el transporte.

Se trata de Ecologistico2 de GS1 Italia, que prevé la simulación de escenarios para entender cómo las diversas variables – por ejemplo cambiar los tipos de medios, los carburantes, la saturación de los medios, la modalidad del transporte, el mix energético y los refrigerantes utilizados en las tiendas – de la logística influyen en el impacto climático.

Entre los pioneros en la utilización de Ecologistico2 se encuentra Sanpellegrino-Nestlé Waters, que en el interior de su estrategia de sostenibilidad, en el ámbito logístico, ha adoptado la tecnología LNG (gas natural licuado) como carburante para los transportes.

Iniciado en 2016 con un vector externo, hoy 46 autovehículos (el 25% de la flota) utilizan LNG. En estos dos años han utilizado semirremolques ultraligeros que permiten maximizar la carga útil transportada, sensores para el monitoreo en tiempo real de la presión de los neumáticos, empleo de neumáticos con bajo coeficiente de fricción. Además de esto, considerada la escasa disponibilidad de puntos de aprovisionamiento en el momento del proyecto, se encaró la inversión en una estación de distribución de LNG en Gera Lario.

Ecologistico2 permitió calcular la impronta de carbono sobre los datos de transporte de Sanpellegrino. En 3640 viajes realizados en 2018 con los medios LNG, hubo una reducción de emisiones en la atmósfera de un 25%.

El camino de mejoras en la sostenibilidad de los transportes no ha terminado. En sociedad con el Consorzio Logistica Valtellina, Sanpellegrino ha programado la sustitución para 2020 del gas de origen fósil por el Biometano, que permitirá terminar casi totalmente las emisiones de CO2 en la atmósfera.

Fuente: Indicod