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  Junio 2017 . Edición 114
Contenidos de esta edición:
  19° Estudio FMG 2017
• Especificación técnica para Servicios Postales transfronterizos en Europa
GS1 se acerca a las provincias
GS1 da la bienvenida al Sistema UE UDI

  Trazabilidad clave para el comercio de China
Centrados en la calidad de productos para la construcción
Breves
 
 
Trazabilidad
  Trazabilidad clave para el comercio de China  
 
  Alibaba y Fonterra utilizan GS1 para un seguimiento eficiente de sus productos hacia ese destino.

 
 
     
 

Peter Stevens, actual Director Ejecutivo de GS1 Nueva Zelanda y ex miembro del grupo de trabajo designado por el Gobierno de ese país para la trazabilidad de la industria lechera, explica en una nota publicada en Businessday, la importancia que China da hoy a la seguridad alimentaria.

En la nota cuenta que grupos como Alibaba y Fonterra han tomado la delantera de utilizar estándares GS1, porque comprenden la necesidad de un lenguaje común para llegar a un seguimiento electrónico eficiente que garantice la capacidad de trazabilidad y recall, con un registro eficiente en toda la cadena de suministro de productos a ese destino.

“Podríamos afirmar que los productos lácteos de Nueva Zelanda junto con la carne, el vino y la miel entre otros, son líderes mundiales en calidad y seguridad. Pero lo que realmente importa es nuestra capacidad para mantener y proteger la calidad y seguridad de cada envío a China y nuestra capacidad para responder a las preguntas de los consumidores en ese mercado”, afirma Stevens en el artículo, y subraya: “La calidad de los alimentos y su inocuidad son enormes preocupaciones en China, donde los productores y exportadores neozelandeses deben ponerse muy serios acerca de la palabra "T" (Trazabilidad) en su sentido más completo: La capacidad de rastrear cada lote de un producto (y tal vez cada elemento del lote) para una rápida recuperación si es necesario, y para proporcionar a los consumidores más exigentes todas las respuestas sobre el producto que les ofrece un país”.

La inocuidad de los alimentos ha sido durante mucho tiempo un gran problema en China, acosado por repetidos casos de contaminación de alimentos, etiquetados fraudulentos e incompetencia o corrupción regulatoria. En el estudio del Pew Research Center realizado en 2016, se señaló que el 40% de los encuestados considera que la seguridad de los alimentos es "un problema muy grande en ese país".

Esto se refleja en la nueva Ley de Seguridad Alimentaria de Beijing, que se está aplicando desde octubre de 2015. Esta ley impone una mayor responsabilidad a los productores y las cadenas de suministro, de modo que China se convierta en un mercado más enfocado en el consumidor y más abierto a una multitud de proveedores extranjeros. La acción reguladora directa del Gobierno chino sigue siendo una característica orientada a los alimentos de "alto riesgo", entre los que se destacan los productos lácteos para lactantes.

Fonterra Cooperative Group Ltd es una compañía neozelandesa multinacional, líder mundial de productos lácteos y el mayor exportador del mundo. Stevens cuenta en su artículo que los mayores exportadores neozelandeses a China son, por supuesto, muy conscientes del sentimiento público del país y de los desarrollos regulatorios. La industria láctea, en particular, ha recorrido un largo camino desde la crisis de contaminación de leche con melanina en 2008 (en la que el entonces socio de Fonterra, Sanlu, estaba implicado). En estos días las plantas lecheras de Nueva Zelanda que producen leche de fórmula infantil para el mercado chino están sujetas a una inspección regular por parte de los funcionarios del Grupo de Certificación e Inspección de China (CCIG), y las marcas abiertas a la importación están estrictamente restringidas.

Se realiza el registro y monitoreo en más de 100 plantas de procesamiento y almacenamiento en frío de Nueva Zelanda, y la CCIG ha solicitado lo mismo para proveedores de vino y miel a partir de mediados de 2017.

Dicha reglamentación (en asociación con las agencias gubernamentales de Nueva Zelandia) equivale a la trazabilidad específica del sitio. Los funcionarios tienen visibilidad directa en la etapa clave de procesamiento, ante la creciente demanda de información de los consumidores chinos. China está demostrando que dependerá cada vez más de los estándares y sistemas internacionales de trazabilidad.

Fonterra y Alibaba con trazabilidad GS1
Fonterra ha tomado la delantera entre los exportadores neozelandeses, confirmando públicamente en diciembre de 2016, sus planes de trazabilidad en toda la cadena de suministro de productos para 2020. El gigante lácteo está implementando el rastreo de ingredientes y productos a lo largo de todos los procesos, desde las granjas que suministran leche hasta los minoristas que venden los productos de Fonterra a los consumidores.

La empresa dispone ahora de procesos de datos electrónicos basados en el principio "hacia arriba" de la trazabilidad; así cada sitio comercial y socio comercial de la cadena de suministro registrará y mantendrá información pertinente sobre los ingredientes y productos que recibe, procesa y almacena, así como también los otros sitios y socios a quienes envía esos ingredientes o productos. Fonterra tendrá la capacidad de identificar y aislar cualquier producto de interés en un lapso de tres horas (ya no los cinco días requeridos en 2013).

La captura y el intercambio de datos electrónicos hacen que esto sea posible. La aplicación de los estándares de datos globales de Fonterra permite que cada lote sea identificado y ubicado con precisión absoluta, y que esté vinculado a información relevante sobre sus orígenes, contenidos e historial de procesamiento y distribución.

En China, Alibaba Group también ha llegado al mismo reconocimiento. Stevens destaca que “esto también puede tener enormes beneficios para el comercio entre Nueva Zelanda y China en medio de una mayor preocupación por la calidad y seguridad de los alimentos”.

Alibaba ha adoptado recientemente las normas GS1 en su relación con proveedores de todo el mundo: les pide que utilicen las normas para la identificación de todos los productos, y la gestión de la información a quienes accedan y utilicen Alibaba en línea minorista y otras plataformas comerciales.

En el último recuento, Alibaba tenía 435 millones de compradores activos: el uso de estándares de datos globales facilitará encontrar productos en las tiendas en línea de Alibaba y acceder a información sobre ellos (incluyendo el acceso a través de aplicaciones de teléfonos inteligentes).

“Para las empresas neozelandesas que abastecen a China, las apuestas en trazabilidad son altas y están aumentando. Esa es una función de nuestra creciente presencia en el mercado - y nuestra reputación asociada de calidad y seguridad - y también de la creciente sofisticación de China en cuestiones de regulación del mercado y en elección del consumidor. Esta reputación podría ser puesta en riesgo por exportadores que no tienen sistemas de trazabilidad de las mejores prácticas. Por eso cada vez más empresas de Nueva Zelanda utilizan los estándares GS1 todos los días. Y para aquellos que operan con China y tienen la palabra "T" cada vez más en sus mentes, el ejemplo de Fonterra y la invitación de datos de Alibaba son señales del futuro ya presente”, finaliza Stevens, difundiendo así los avances necesarios a nivel global que llegaron para quedarse.

         
    La trazabilidad de esta escala y complejidad requiere que los datos recopilados, almacenados y compartidos con los estándares globales de GS1 sean usados por empresas y gobiernos en más de 150 países. Los estándares globales se han convertido en el "lenguaje común" requerido por los participantes de la cadena de suministro en todo el mundo.    
         

 
 
 
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