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La aparición del Código de Barras en nuestro país marcó un antes y un después para el Sector de Consumo Masivo que a partir de su implementación pudo avanzar hacia nuevas modalidades operativas que redundaron en beneficio de los consumidores finales.
Si bien en Argentina el supermercado inició una etapa novedosa de ventas minoristas en los años ’50, desde siempre el consumo masivo había ido desarrollándose, aunque con el esfuerzo que significaba la realización de tareas manuales tanto en las áreas operativas como administrativas. A partir del crecimiento que significó la apertura de bocas de venta de grandes magnitudes y del manejo de stocks de grandes volúmenes, el Sector de Consumo Masivo se vio en la necesidad de recurrir a la tecnología para aumentar su eficiencia, reducir sus costos, y así, mejorar el servicio al consumidor. Es por eso que la aparición del Código de Barras puede considerarse una bisagra fundamental en su evolución.
El aporte de GS1, y en nuestro país de GS1 Argentina, fue avanzar más allá del punto de ventas, y aprovechar todas las oportunidades que brindaba la automatización para abrir nuevos caminos no ya para el minorista, sino para toda la cadena de abastecimiento.
Así, se comenzó a trabajar con el Intercambio Electrónico de Datos (EDI), con la creación de un Catálogo Electrónico de Datos (DATA.COD), con la Verificación de Calidad de Lectura de códigos, con programas de Trazabilidad de productos, con el Estudio de Faltantes de Mercaderías en Góndola (FMG), con cursos de capacitación y seminarios de orientación y difusión de la importancia de la implementación de estándares del Sistema GS1.
Todas estas herramientas fueron incorporándose una a una en la operatoria diaria del Sector de Consumo Masivo, y aplicándose para trabajar colaborativamente dentro de la cadena desde el sector productivo hasta el de distribución, desde la logística hasta la venta directa al consumidor.
El Sector de Consumo Masivo siempre a la vanguardia en la adopción de tecnología, se constituyó en modelo para que otros sectores también se animaran a confiar en los estándares del Sistema GS1. |
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